Ficha Técnica:
Recorrido: Circular (ida y vuelta)
Distancia salvada: 12 km
Desnivel: 400m
Duración: 4h ó 5h
Dificultad: Media
Época: Primavera u Otoño
Un lugar tan extraordinario como arduo para el cuerpo llegar a tan místico ubicamiento. Llegar a las chorreras a través de sus 12km es una aventura arropada por un fuerte follaje de la naturaleza que en todo momento te observa a través de bosques de castaños y robles y una extensa vegetación de montaña
La ruta comienza en la bella localidad de Hervás, donde destacaría la excesiva y siempre bien apreciada amabilidad de sus habitantes, aunque también la torpeza de alguno a la hora de andar, ya que casi tuvimos que socorrer a un hombrecillo que hizo el tropiezo del salmón en el río.
Debemos salvar tres kilómetros por asfalto que se van prolongando haciendo un poco monótono el andar, si no fuera porque el río constantemente nos está acompañando y el verde que lo inunda todo de colores vivos y bellos. Aunque para unos frikis era bastante entretenido imaginarte que cualquier momento el depredador te asaltará en el camino para pedirte un café.
Pasando, a través del asfalto, el albergue turístico (bien bonito por cierto) y la casa abandonada de los Marinejo, llegamos a lo que empieza a ser el desnivel más duro de la etapa. Entre 100 y 200 m hay que salvar a través de un camino lleno de piedras, serpenteante y con una inclinación bastante vertical donde las piernas pasarán factura. Aunque ua vez llegados arriba siempre podéis sacar la bandeja de empanadillas para recuperar fuerzas...Una vez llegados arriba podréis disfrutar de un paisaje y una vista de hervás preciosa
A partir de aquí el camino se hace más liviano por llanos acompañados de un pequeño canal, al que bautizamos como Waterloo en honor a Abba. bellas vistas a través de lo restante de la ruta donde la imaginación vuela creyendo que el barco de playmobil aparece de repente navegando lentamente a través del pequeño canal quedando nuestras mentes atónitas.
Llegamos a una garganta preciosa donde decidimos descansar, aunque apenas queda recorrido para llegar al objetivo. Es un lugar bastante bonito donde poder hacerse una foto al puro estilo Korpiclaani y donde disrfutar del momento piti de los más insanos...
Llegamos al punto absurdo de la ruta. Pasamos por encima de una cascada improvisada por el pequeño río, con una caida de unos 15m por donde no se debía pasar. Se debía sortear por el camino que pasaba justo por encima, pero claro nosotros somos más bastos que pegarle a un padre con un calcetín sudado y pasamos por lo más peligroso. Haciendo uso de nuestras enseñanzas en el circo del sol, pasamos sin imprevistos lo más peligroso, aunque no de nuestros compañeros se balanceó recordándonos los movimientos de michael jackson en billy jeans.
Al final estamos llegando a las chorreras a través de otro tramo peligroso y resbaladizo con una caida, esta vez sí, de unos 20m aproximadamente
Al fin llegamos a la gran chorrera, lugar precioso donde descansar y preparar la vuelta. Dejaros llevar por el sonido de la cascada, sacad la empanada gallega que lleváis en la mochila y las pipas facundo para disfrutar de vuestro momento de gloria. No ha sido fácil llegar a pesar de los pocos kilómetros que suponen alcanzar el objetivo, pero el premio es muchísmo mayor teniendo en cuenta el esfuerzo.
Recordad que una ruta se hace más amena si habéis visto al yeti bailando.
